1. Objetivos:
a) Aprender a trabajar en el laboratorio:
i. Apreciar el orden, la limpieza y el rigor al trabajar en el mismo.
ii. Desarrollar actitudes relacionadas con el trabajo científico.
iii. Conocer la morfología externa, la estructura interna y la
composición del huevo de las aves y relacionarlo con lo estructura del óvulo
explicado en clase.
iv. Comprender la función de las diferentes partes del huevo.
v. Practicar técnicas de disección.
b) Este experimento casero lo utilizaremos como ejemplo de las fases
del método científico.
2. Materiales:
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2 huevos de gallina (que se
utilizarán para dos experimentos diferentes).
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Placas Petri.
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Equipo de disección.
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Jeringuilla.
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Lupa binocular.
3. Desarrollo:
·
Experimento I:
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Observe la morfología externa del
huevo de gallina, apreciando que tiene una parte más puntiaguda que otra y que
su superficie es rugosa.
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Con la punta de las tijeras y con
mucho cuidado introduzca las pinzas, tratando de no romper las membranas
internas, y vaya retirando la cáscara para abrir un pequeño orificio.
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Coloque un trozo de cáscara
debajo de la lupa y observe los diminutos poros que posee y que permiten la
aireación del embrión.
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Observe también que la cáscara
está formada a su vez por dos capas de diferente tonalidad.
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Rompa con cuidado las membranas y
extraiga con ayuda de una jeringuilla la clara del huevo sin romper la yema.
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A través del agujero realizado
saque con cuidado la yema, y colócala sobre una placa Petri.
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Rodeando toda la yema se
encuentra la membrana vitelínica, rómpala con las pinzas para observar cómo se
liberan los compuestos que forman el vitelo.
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Fíjese en las membranas del
interior de la cáscara y observe que forman una cámara de aire en la parte
menos puntiaguda.
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Abra un segundo huevo sobre la
placa Petri evitando que se rompa la yema. Observe en la clara dos zonas de
distinta densidad y unas zonas fibrosas y blanquecinas que se unen a ambos
extremos de la yema que son las chalazas.
Este vídeo pertenece a Nadia.
· Experimento II:
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Tome un huevo de gallina y
sumérjalo en un bote que contenga vinagre. Tape dicho frasco para evitar que el
olor poco agradable, (tanto del ácido acético que forma el vinagre como del
acetato de calcio formado), salga al exterior.
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Tras un breve periodo de tiempo
(unos dos minutos) observe la aparición de pequeñas burbujas que se deben a la
generación de dióxido de carbono (CO2). Esto se debe a que se
produce la siguiente reacción: